La Santa y Angélica Capilla

“Mantendré los ojos abiertos y los oídos atentos a las súplicas que se hagan en este lugar. Elijo y consagro este templo para que este en él mi nombre eternamente. Mi corazón y mis ojos estarán siempre en él” (2Cro 7, 15-16).

La liturgia toma este pasaje bíblico para celebrar la fiesta de Ntra. Sra. del Pilar. La basílica de Zaragoza es una “Oficina de Misericordia” en la que la Virgen María, con la potestad que se le ha conferido, atiende las solicitudes que se hacen a su Hijo, “sus oídos están atentos a las  súplicas que se hacen en este lugar”.

Por designio divino, Hispania fue elegida para erigir la primera capilla en todo el orbe cristiano después de la redención y en nombre de la gran Señora del cielo y tierra para que “en él este su nombre eternamente” venerado e invocado. Esto nos hace entender el lugar que Jesús quiere que ocupe su Madre en nuestras vidas. Nuestro Redentor no quiso que fuese dedicada a Él, sino a quien, en su plan de Salvación, atrae sus bendiciones para derramar copiosamente su Gracia y Misericordia, quiso que “su Corazón Materno y sus ojos estuviesen siempre en él”.3811605mapamariano

La veneración a la Santísima Virgen se extendió de tan manera que esta “Oficina de Misericordia” abrió sucursales por toda España, multitud de despachos donde la Madre de Dios, invocada con diferentes nombres, ejerce ante su Hijo su poder de Reina. Ella presenta nuestras necesidades, hace suyos nuestros ruegos y preocupaciones ante su Hijo impetrando su Misericordia: “No tienen vino” (Jn 2,3).

“Yo he elegido y santificado esta casa, parece decir Ella desde su Pilar, para que aquí sea invocado mi nombre y para morar en esta casa para siempre” (Pio XII)