El poder del Rosario

El primer día de las apariciones, el 13 de mayo de 1917, Lucía preguntó si ella y Jacinta irían al cielo, y la Virgen les confirmó que sí, pero cuando preguntó por Francisco, la Madre de Dios contestó: “también irá, pero tiene que rezar antes muchos rosarios”. Aquí Lucía, la vidente de Fátima, explica que esta recomendación hecha a Franciscorosario_f_improf_194x246-gif es para todos, y que no es que sea condición indispensable para ir al cielo rezar muchos rosarios, pero sí hacer oración. El rosario en aquellos pueblos y en aquel tiempo era la oración más accesible, igual que ocurre ahora para la mayor parte de las personas; y de lo que no hay duda, dice Lucia, es que difícilmente se salvará quien no rece.

La Virgen señaló:“Rezad el Rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra”. Por tanto, el rosario se presenta como el medio para combatir las grandes calamidades que afligen al mundo y atraer la Paz. Si no tienes paz, ¡ponte a rezar el rosario, si eres una gran calamidad que aflige al mundo, porque nuestra falta de santidad afecta a todos, ¡ponte a rezar el rosario! El Rosario es un bálsamo que te unta, te pacifica y te va santificando, es un poderoso exortizante ante los males que nos afligen. El demonio huye de él.

Una vez le preguntaron a Lucía porque mando la Virgen rezar el rosario todos los días, y sin embargo no nos mandó asistir a la Santa Misa todos los días que es más importante. La verdad es que es una buena pregunta. Ella nos dice que no tiene la respuesta porque Nuestra Señora no se lo explicó ni a ella se le ocurrió preguntárselo, pero nos da una contestación a su parecer y afirma “que como Dios es Padre, si quiso pedir el rezo del rosario fue condescendiendo al nivel simple y común de sus hijos para facilitarnos el camino de acceso a Él. Si nos hubiera pedido ir a misa y comulgar a muchos les sería imposible, pero ¿quién no puede rezar el rosario? Y nos dice “que así agradecemos sus beneficios, pedimos nuevas gracias, nos abrimos a su conocimiento y amor. Y dado que todos tenemos necesidad de rezar, Dios nos pide diariamente, una oración que está al alcance de todos: pobres y ricos, sabios e ignorantes, grandes o pequeños, lo podemos rezar solos o acompañados, en la iglesia o viajando”.img-20141009-wa0005

“Para las personas que no saben o no son capaces de recoger el espíritu, el simple acto de tomar las cuentas en la mano para rezar es un acordarse de Dios, un ponerse en su presencia. Mencionar los misterios de la vida de Cristo es ya recordarlos dejando el corazón abierto a la luz de la fe, esa fe que no debemos dejar extinguir”. Como veis es una buena antena para conectar con el cielo, sirve para todos y desde donde estemos.

Lucía afirma “que después de la oración litúrgica, el rosario es la oración más agradable que podemos ofrecer a Dios y de mayor provecho a nuestras almas por eso Nuestra Señora la recomienda con insistencia”. En la segunda aparición la Virgen María se les presentó después que ellos rezaron el Santo Rosario, y en la tercera ocasión les dice que continúen rezándolo todos los días para obtener la paz en el mundo y el fin de la guerra, porque solo Ella lo puede conseguir. La Paz está depositada en la Virgen, es decir, que acudiendo a Ella, impetramos en la Misericordia de Dios para alcanzarla. Mediador divino hay uno solo: Jesucristo; pero como intercesores suplicantes tenemos a María, los santos y podemos serlo todos nosotros.

El propio San Pablo, en Efesios 6, 18-20, nos dice que recemos unos por otros con súplicas en todo tiempo. Si el apóstol nos dice esto, dice Lucia “que con más razón podemos pedir a María que ruegue por nosotros, porque mucho más agradable al Señor será su súplica: en virtud de su dignidad de Madre de Dios, de su unión más estrecha con Cristo por su misión corredentora con Él, y por su eminente santidad”.image Por lo tanto, la oración de María es la que tiene más peso ante Dios, y esto es lo que hacemos en el rosario, acudir a Ella para que ruegue por nosotros con cada Ave María que recitamos. Es una oración que pasa necesariamente por su Corazón Materno.

En esta aparición ante las peticiones que presentan a la Virgen la Señora dice que es preciso rezar el rosario para alcanzarlas durante todo el año. Es decir, hay que pedirla muchas veces con la oración. Esto lo explica muy bien San Luis Mª Griñon de Monfor que nos dice “que Dios muestra su magnificencia en hacer buscar durante mucho tiempo y pedir las gracias que quiere conceder, y que cuanto más preciosa es la gracia que desea otorgar, más tiempo difiere su concesión, primero para aumentarla de ese modo, segundo para que al recibirla la tengamos en estima y tercero para que tengamos cuidado de no perderla una vez recibida, porque no se estima mucho lo que en un momento y con poco trabajo se consigue”.

Es curioso ver cómo responde la Virgen ante las peticiones que le presentan los pastorcitos de tantas personas como se lo piden, nosotros también, cuando rezamos el rosario, le presentamos a la Virgen las intenciones que nos encomiendan. Sin embargo, la contestación de la Virgen a los pastorcitos es que a unos lo concederá a otros no, pero remarca una cosa muy importante, dice: “es preciso que se enmienden; que pidan perdón por sus pecados”, y en otra onews_thumb_5553_630casión con un enfermo “que es necesario la conversión del corazón para que se cure durante el año”. Con Jesús hacían lo mismo según el Evangelio: «al enterarse de las cosas que hacía Jesús, acudía mucha gente”. Seguían a Jesús, pero no les importaba Jesús, sino las cosas que hacía. Y cuando en el Pretorio de Pilato les muestran un Jesús herido de muerte, incapaz ya de hacer cosas y abocado al silencio, esa misma gente pedirá su crucifixión. Por eso, la Virgen va a pedir primero buscar a Jesús y luego sus cosas. Para ser escuchado es preciso convertirse a Dios, pedir perdón por los pecados, confesarse.

En esta misma aparición dice la Virgen que vendrá a pedir la Comunión Reparadora los Primeros Sábados, en la que es condición necesaria el rezo del rosario y la meditación de sus misterios al menos durante 15 min para desagraviar su Corazón Inmaculado.

El rosario también está destinado por Dios para aplacar su justicia de los grandes crímenes de la humanidad pecadora. La Virgen nos enseña a pedir perdón: “Cuando recéis el Rosario, decid después de cada misterio: «Oh Jesús mío, perdónanos nuestro pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al cielo, especialmente las más necesitadas”. Lucía cree que esas “especialmente más necesitadas” serán aquellas almas que se encuentren en mayor peligro de condenación. Es una recomendación, nadie se tiene que sentir obligado a rezarlas, aunque conviene no despreciar lo que enseña la Virgen.

Por eso en la cuarta aparición les va a decir con aspecto infierno-iimuy triste “que recen mucho y hagan sacrificios por los pecadores, porque muchas almas van al infierno por no tener quien se sacrifique y rece por ellos”.

Sigue insistiendo con el rezo diario del rosario en esta cuarta aparición, ya muchos sabían de las apariciones de la Virgen a los pastorcitos. La Virgen les indicó que hiciesen unas andas para que la llevaran ellos…  el dinero que les dan de donativos quiere que se emplee para la Fiesta de Nuestra Señora del Rosario y lo que quedase para una capilla que se debía construir. Actualmente así se hace en la Capelina, se honra a Nuestra Señora rezando el rosario y llevando su imagen en andas en el rosario de las velas.

Además allí lo hacemos conforme al deseo del Santo Padre hermanándonos toda la Iglesia venida de distintos lugares. El rezo del rosario también es conveniente hacerlo en las parroquias, hermanándonos aunque seamos de distintas realidades eclesiales. Dice San Luis Mª Griñon de Monfort que “el rosario rezado en comunidad es mucho más terrible para el demonio, pues se constituye por tal medio un cuerpo de ejército para atacarle”.

Y como una imagen vale más que mil palabras, hay una que evoca muy bien el poder que desata el rezo del Santo Rosario rezado en comunidad como cuerpo de ejercito: las aventuras de Gulliver, seguro que la conocéis todos. Considerad que el hombre gigante representa al maligno que toma unas proporciones desorbitadas en el mundo. Cuando nos unimos a rezar el rosario o hacemos una cadena de oración, estamos20080331klplylliu_6_ies_sco atando, cada uno con su hilito que es la cadena del rosario, a este gigante que desataría una fuerza devastadora si no estuviese sujeto. La unión de muchas cadenas… le deja inmovilizado sin poder de acción. Se necesita nuestro hilito, por pobre que sea, porque con la unión de muchos es como se le doblega. No es cuestión de quedarse mirando sin hacer nada, sino de comprometernos con la oración y el sacrificio.

Es importante rezarlo lo mejor que podamos, poniendo la atención del corazón, es decir, combatiendo las distracciones que nos vienen, sino la cadena de la que nos valemos para atarle no queda lo suficientemente tensa y puede soltarse. Santa Teresa nos dice que más agrada a Dios vernos luchar en la oración a que la tengamos facilitada.

San Luis Mª Griñon de Monfort nos exhorta a rezarlo con modestia, es decir con piedad: de rodillas si tenemos la posibilidad y con el rosario en mano. Ejemplo de ello fue San Juan Pablo II que le recordamos siempre de rodillas y con su rosario en la mano. Muchos se entregan a la comodidad y también Santa Teresa nos recuerda “que regalo y oración no se compadecen”.

Llegamos a la quinta aparición en la que la Virgen animó nuevamente a los niños a continuar rezando el Santo Rosario para alcanzar el fin de la guerra.

En la última aparición, la imagen22Madre de Dios pidió que hicieran en ese lugar una capilla en su honor y se presentó como la “Señora del Rosario” exhortando a continuar rezando el rosario todos los días.

Cuarenta años después, Lucía, siendo carmelita descalza, dio una entrevista al entonces Postulador de la Causa de Beatificación de Francisco y Jacinta Marto y a algunos miembros del alto clero. Allí manifestó que la Santísima Virgen les dijo, tanto a sus primos como a ella, que dos eran los últimos remedios que Dios daba al mundo: el Santo Rosario y el Inmaculado Corazón de María. Lucía afirma que “el Rosario es el arma de combate de las batallas espirituales de los últimos tiempos”. Y nos dice que “no hay problema por más difícil que sea: sea temporal y, sobre todo, espiritual; sea que se refiera a la  vida personal de cada uno de nosotros o a la vida de nuestras familias, del mundo o comunidades religiosas, o a la vida de los pueblos y naciones; no hay problema, repito, por más difícil que sea, que no podamos resolver ahora con el rezo del Santo Rosario”. Asimismo, destacó Lucía que “con el Santo Rosario: nos salvaremos, nos santificaremos, consolaremos a Nuestro Señor y obtendremos la salvación de muchas almas”. Por eso, nos dice también que el demonio hará todo lo posible para distraernos de esta devoción; nos pondrá multitud de pretextos: cansancio, ocupaciones, sequedades del corazón, etc… para que no recemos el Santo Rosario. El peor rosario es el que no se reza, no lo olvidemos.

Por tanto, rezarlo diariamente es un favor que Dios nos concede, es una gracia. Si ve el demonio que estamos determinados a no dejarlo y que no nos convence, ataca por otro frente, pone desazón en el espíritu y procura que se haga con remisión, flojedad y pereza para que no lleguemos al abrazo y se ganen menos frutos. Dios siempre da en función de la fe y el amor con que hacemos las cosas, también en el rezo del santo rosario.

En este sentido afirma Lucía “que el programa de salvación es brevísimo y fácil porque con el Santo Rosario practicaremos los Santos Mandamientos, aprovecharemos la frecuencia de los sacramentos, procuraremos cumplir perfectamente nuestros deberes de estado y hacer lo que Dios quiere de cada uno de nosotros”.

Esta oración ha sido apreciada por numerosos santos y fomentada por el Magisterio de la Iglesia.