ÉEn el año 44 después de una persecución a los cristianos instigada por los judíos, el Apóstol fue decapitado. Dos de sus discípulos, Atanasio y Teodosio, decidieron desenterrar el cuerpo y tras instalarlo en una barca, se lanzaron al mar. Arrastrados por las olas y guiados por un ángel llegaron a Iría (Galicia), donde dieron sepultura al Apóstol.
EL DESCUBRIMIENTO
En el año 813, un eremita observó que durante la noche apareció un especial resplandor como estrellas sobre un montículo del bosque y fue a decírselo al Obispo Teodomiro. Éste acudió allí y encontraron un sepulcro de piedra donde estaban los restos del Apóstol.
Los resplandores que sirvieron para el encuentro del santo dieron pie para que el lugar se le llamara campus stellae (campo de la estrella), de donde deriba el nombre de Compostela.
ARGUMENTOS A FAVOR DE LA AUTENTICIDAD DE LAS RELIQUIAS
El descubrimiento del sepulcro del Apóstol: Siendo obispo de Iría Flavia, Teodomiro (+847) y reinando Alfonso II el Casto (+ 842 ), tuvo lugar en Compostela el milagroso hallazgo de un monumento sepulcral con tres cuerpos, que se supuso eran las reliquias de Santiago el Mayor y de dos de sus discípulos.
Los primeros documentos auténticos que hablan de este hallazgo milagroso pertenecen a Alfonso III, el Magno, y están fechados hacia 885. Pero la noticia del hecho se había difundido ya por Europa.
Desde el año 950 se tienen noticias de peregrinos que van a venerar los restos del apóstol. Posteriormente, Santiago de Compostela se convertirá en lugar preferido de peregrinaciones, junto a Roma y Jerusalén.
Lo curioso es que en los siglos VII, quizás fines del VI, y en el VIII hay iglesias dedicadas a Santiago, documentadas en Inglaterra, en Francia y en Galicia. Esas iglesias suponen que allí llegaron reliquias traídas del lugar de la sepultura, que es lo que les da origen.
Desde el siglo VIII consta documentalmente el patronazgo para España. En el himno “O Dei Verbum …”, compuesto reinando Mauregato (783-788) se llama a Santiago “Caudillo refulgente de España, defensor poderoso, patrono familiar”.
Las excavaciones en el subsuelo de la Basílica compostelana, han demostrado: Un monumento sepulcral del siglo I. Los restos encontrados de esa época pertenecen a tres cuerpos distintos.
En vista de los resultados de las primeras excavaciones, el Papa León XIII, en 1884, por la bula Deus omnipotens, reconoció la autenticidad de las reliquias.
A mediados del s. XX se encontraron dos lóculos, que miden unos dos metros de largo. La piedra tapón hallada en uno de ellos lleva en letra griega el epígrafe funerario de San Atanasio (Athanasios Martyr). Según la tradición, uno de los discípulos, que realizaron el traslado del cuerpo de Santiago.